Usted en rtve
Jesús Jimenez me hizo esta entrevista en rtve por el noveno del Usted.
Jesús Jimenez me hizo esta entrevista en rtve por el noveno del Usted.
Soy medio Pistacho junto a Santi Barrachina a la guitarra. Grabación gracias a la siempre paciente Mireia Berenguer.
Hace nueve meses, con Carlos Santonja (Autor o co-autor de los zines Tengo fiebre creo, Todo se derrite, Anécdotas de un niño rubio loco) empezamos y terminamos Masamadre. Recuerdo que después de algunas piezas improvisadas, por lo performático en el local, por lo que, aunque sobrios, ocurría en y entre nosotros, quedábamos de acuerdo en que si le perdíamos el sentido del humor al proyecto nos íbamos muy bien a la mierda. Exagerando, borracho de literatura, tengo la convicción de que invocábamos abismos. La estructura es de progresivo. Carlos usó su voz, un Korg monotrón delay, una caja de ritmos, un teclado Casio sampleador, una armónica y unas maracas. Yo mi batería, mi voz y un pedal looper.
Fernando Llor y yo nos hemos encontrado por el camino y en cuestión de unas pocas semanas estamos acabando de montar una propuesta y es muy posible que empecemos otra en breve. Ambas cara a Francia. Esta primera es ‘VandalZ’, una historia gamberra para chavales, y la sinopsis cortita dice:
De escribir. Leí a Zambrano respetándose ese verbo. Y las prácticas, lo que queda del texto después, me las llevé puestas. O me llevaron a mí encima. Y lo olvidé todo sin querer, al poco, porque apenas está lo humano, el mío al menos, para conservar ni generar sentido. No. Nunca permanentemente si el compromiso es como le corresponde a la misión. Como mucho, el sentido, para advertirlo. Qué feliz es, primos, deconstruir lo sentimental y mirar en qué queda aquel. Por los sentidos, los cinco, a su través y siempre insolubles del que sea que tenga el mundo a cada ahora. Un check, en silencio, atesorado en contricción, para que lo sagrado coincida con la carne que ha decidido ser en random. A Zambrano la lei mal y muy cabreada contra obligatoristas, con razón, y la creí ver colocando a la poesía allí donde inunda la fianza que le debemos a la nada toda. En ese préstamo. Eclipsando al dolor puro y a su consecuente fiesta de serena simpatía. Y quiso celebrar la misma fiesta, ella, en definitiva, aunque estamentando un podio, creo. Y que sí, que le compro feliz la moto a la poeta pero también soy prudente como para sin embargo alquilarle el discurso de soluciones ordenadas, humanas y en natural zozobra a los grandes peces boqueando fuera del agua que son, listando cinco muy al azar, nihilismo, comunismo, cualquier buen cristiano eligiendo qué dice, ciencia de punta, o al cuerpo teórico positivo del capitalismo rampante. Si digo nada, digo menos que nada. Así, sin mí, más calla el silencio relampagueando.
Fanzine de historietas · Esteban Hernández · 15 x 21 cm · 64 páginas · Todo color · Sugoi ediciones